«Patio de Vecinos». Esta acuarela retrata un antiguo patio interior de un conjunto de viviendas, evocando la vida cotidiana de tiempos pasados. El espacio está delimitado por edificaciones de diferentes alturas, con paredes en tonos ocres, beige y gris que reflejan el desgaste del tiempo y la textura rugosa del enlucido. Algunas ventanas tienen cristales claros y otras están parcialmente opacas, mientras que una fachada destaca con un tono rosado que añade un toque cálido al entorno.

En el lado izquierdo, una escalera de madera o metal asciende hacia el segundo piso, sus barandillas finas y precisas dirigen la mirada hacia las viviendas superiores. A la derecha, una estructura con grandes puertas y ventanas en tonos oscuros refuerza el contraste y enmarca la composición.

El centro de la escena se focaliza en una cuerda improvisada para tender ropa, de la que cuelgan prendas en tonos azules que aportan dinamismo y vida a la obra. El suelo, salpicado con pinceladas de marrones y grises, sugiere un terreno irregular y transitado, con sombras alargadas que refuerzan la sensación de un cálido atardecer.

La acuarela utiliza salpicaduras intencionadas en tonos marrones y ocres, dando textura y profundidad al ambiente, y enfatizando el carácter rústico y nostálgico del lugar. La atmósfera general transmite una sensación de tranquilidad, modestia y la calidez de un espacio compartido por la comunidad.